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Ya no basta con rezar
Aldo FranciaSinopsis
Ambientado en la ciudad de Valparaíso, este film aborda las relaciones entre la fe cristiana y la creencia en la liberación social. La película retrata el proceso interno de un sacerdote católico que, enfrentado a las injusticias que observa en el entorno parroquial y ante la indolencia de la jerarquía eclesiástica, decide emprender por su cuenta el cambio social.
País: Chile
Año: 1972
Idioma: Español
Formato: 35mm / color
Género: Ficción
Duración: 80 minutos
Dirección: Aldo Francia
Guion: Aldo Francia, Jose Román, Darío Marcotti, Jorge Durán
Elenco: Marcelo Romo, Tennyson Ferrada, Leonardo Perucci, Roberto Navarrete, Claudia Paz, Rubén Sotoconil, Mario Montilles, Eugenio Guzmán, Mónica Carrasco, Osvaldo Rodríguez, Gonzalo Palta, Arnaldo Berríos, Pedro Alvarez, Marta Contreras, Tito Mery, Rolando Rivillo, Julio Hidalgo, Guillemo Aguayo
Casa productora: Cine Nuevo Viña del Mar
Producción: Alberto Célery
Dirección de fotografía: Silvio Caiozzi
Montaje: Carlos Piaggio, Rodolfo Wedeles
Música: Osvaldo Rodríguez, Tiempo Nuevo
Sonido: Jorge Di Lauro
Estreno: 28 de agosto de 1972
Biofilmografía | Aldo Francia (1923-1996) cursó sus estudios primarios en Italia y las humanidades en Valparaíso y Viña del Mar. Estudió medicina y ejerció la profesión de pediatra con gran sentido de servicio social. En 1949 decidió ser cineasta luego de ver en Italia la película “Ladrón de bicicletas” de Vittorio De Sica. Adquirió una filmadora 8mm, con la que realizó notables registros en Italia, Francia, Yugoslavia, Suiza, Alemania. Desde 1957 se abocó a la dirección de cine y filmó su primer largometraje, “Valparaíso, mi amor” (1969), una de las obras claves de la renovación del cine chileno de fines de los años sesenta. Con su segundo largometraje, “Ya no basta con rezar” (1972), reafirmó su concepción del cine como instrumento expresivo de vocación social. Realizó una actividad pionera en la difusión de la cultura cinematográfica, fundando el Cine Club de Viña del Mar (1962), los Festivales de Cine Aficionado (desde 1963), y el Primer Festival de Cine Latinoamericano de Viña del Mar (1967). Impulsó la sala Cine Arte de Viña del Mar y consolida la creación de la Escuela de Cine de Viña del Mar. El Festival de 1967 y su continuación en el Segundo Festival de Cine Latinoamericano y Segundo Encuentro de Cineastas Latinoamericanos (1969) marcaron un hito trascendental para el desarrollo del cine chileno y del continente. En septiembre 1990 publicó el libro “Nuevo cine latinoamericano en Viña del Mar”.